Lidia
- Pablo Merino Prota
- 30 ago 2018
- 2 Min. de lectura
Hoy retomo mi actividad con un nuevo vídeo en el que he animado uno de mis relatos. El vídeo es el siguiente:
Espero que os haya gustado. Os dejo el relato completo para el que lo quiera leer. Gracias por estar ahí.
Todavía recuerdo aquel día. Recuerdo como, al principio, la arena quemaba mis pies. Ese sol abrasador de agosto que hacía la arena roja. Como me apresuré a la parte húmeda de la playa. Más parda. Muchos agujerillos que dejaba el agua al retirarse donde seguramente habría navajas. Todavía recuerdo como el viento acariciaba mis tobillos y se fundía con el agua para refrescarme con cada ola.
Recuerdo como cada vez que una ola mojada llegaba, yo soltaba un grito sordo, ahogado. Recuerdo como comencé a andar hacia el final de la playa. Hacia esos riscos graníticos.
Mis pies se hundían en la húmeda arena. No sé describirlo. Era algo dulce, fresco, notaba las pequeñas piedrecitas en la planta. Recuerdo el placer que sentía. Un placer como el que hacen las cosquillas. Un placer rimbombante. Reía de placer.
Fue pasando la tarde. El sol se iba yendo por detrás de los riscos. Cada vez el cielo iba siendo más moráceo, rosa y naranja. Los colores se unían con las pocas nubes dándoles formas que recordaban a cosas. Mira un perro decía y señalaba mientras el agua iba y venía con suavidad por encima de mis pies.
La temperatura iba bajando y cada vez el aire se movía más moviendo mi camisa. Era una bandera en mástil.
Recuerdo que me paré frente al mar para ver para ver pasar el tiempo. Para ver pasar los veleros sobre el mar. Recuerdo cómo vino una ola más grande de lo normal y me mojó entero. Recuerdo que en ese momento no me importó. Nada me importaba.
Recuerdo cómo tuve que salir corriendo porque no quisiste esperar. Como te hiciste la interesante para que no te quitara la vista de encima, como un cisne en cualquier lago.
Recuerdo cómo nos cogimos de la cintura cuando llegué, tu pelo ondulado, a veces liso con ese juego de colores por efecto de la luz y de tus mechas planeando sobre el aire y golpeándome con fuerza. Como tu blusa y tu falda jugaban con el aire. Recuerdo cómo nos unimos en un beso, como por un instante fuimos uno. Recuerdo cómo nos mojamos mientras caminábamos de la mano. Recuerdo tus caricias en mi mano. Recuerdo cada detalle, cada una de tus sonrisas, la luz de tus ojos. Esos ojos marrones que me miraban y me decían todo de ti. Lo recuerdo perfectamente.
He estado allí otras veces. Muchas. La misma playa y el mismo sitio. He vuelto muchas veces. Pero no recuerdo ninguna otra...en todas, en todas faltas tú.
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