Madrid
Quiero pero no puedo,
quiero hablarte a ti,
quiero hablarte de lo que siento,
quiero hablarte de Madrid.
No puedo mejorar lo que se ha dicho;
tampoco puedo aportar nada
que no se haya
mil veces repetido.
Podría mencionar
la simpatía de sus gentes,
la alegría que en tus calles un siente.
Podría mencionar
la belleza de esos lugares
siempre en mí presentes.
Podría mencionar
El Prado, El Retiro
o a la diosa Cibeles.
Podría mencionar
la famosa Malasaña,
la Puerta del Sol, y la Latina,
pero me hace perder la rima
y no sería suficiente.
Podría explicar
lo que me enloquece
una buena caña
sentado en la Gran Vía.
Incluso te diría
que pese a lo mal que huele,
uno no sabe lo que se pierde
si al Metro no has bajado.
Pero es que incluso así,
seguirás sin hacerme caso.